El fabricante chino NIO está planeando un giro inesperado en su estrategia de mercado. En 2026, la compañía lanzará su primer vehículo equipado con un motor de combustión bajo la marca Firefly, y lo hará además internacionalmente evitando su propio mercado. Este nuevo modelo será un eléctrico con extensor de autonomía (EREV), en el que el motor de combustión se emplea como generador de electricidad para recargar el pack de baterías.
NIO tiene como objetivo iniciar su comercialización en Oriente Medio, el Norte de África y también en Europa, según aseguran algunas fuentes cercanas a la compañía.
La presentación oficial de este nuevo modelo bajo la marca Firefly está prevista para el próximo 21 de diciembre, coincidiendo con el evento anual de NIO, con las primeras entregas a los clientes programadas para 2027. Esta nueva estrategia supone un cambio de dirección significativo para la compañía, que hasta ahora se ha mantenido fiel a los vehículos totalmente eléctricos.
Cambio de rumbo
Durante estos últimos años NIO se ha centrando en potenciar su propio sistema de intercambio de baterías como un elemento diferenciador respecto de la competencia con el que solucionar el problema de la autonomía en recorridos de larga distancia, en lugar de optar por el empleo de motores de combustión como extensores de autonomía. Una decisión que se explica muy probablemente por el notable incremento que están experimentando las ventas de este tipo de vehículos en el mercado chino, en el que incluso existen marcas como Li Auto que únicamente comercializan EREVs.
Por otro lado, no hay que olvidar tampoco que los vehículos eléctricos que integran un motor de combustión como extensor de autonomía están exentos de las nuevas tarifas especiales a la importación que impone la Unión Europea, ya que éstas solo son aplicables a los vehículos eléctricos puros. Integrar un motor de combustión en modelos eléctricos se ha convertido, por tanto, en un truco que los fabricantes chinos pueden emplear -al menos por ahora- para seguir comercializando sus vehículos en el mercado europeo a precios competitivos.
Este movimiento de NIO en los mercados internacionales no solo diversificará su oferta, sino que también supone una muestra de la capacidad de adaptación del fabricante chino a las regulaciones comerciales establecidas y también a las preferencias de mercado, lo que le permitirá continuar expandiéndose globalmente.