SAIC Motor acaba de anunciar su intención de presentar una demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para proteger sus derechos e intereses. La compañía china de automóviles tiene que hacer frente ahora a un arancel especial del 35.3 por ciento, considerablemente superior al de otros fabricantes de este mismo país asiático, y acusa a la Unión Europea de haber cometido errores en la investigación sobre las subvenciones.
SAIC argumenta que la Comisión Europea no solo no determinó de forma correcta las subvenciones que había recibido del gobierno chino, sino que incluso incrementó de forma fraudulenta las tasas de subvención, desestimando información crucial y no atendiendo a los argumentos de defensa que le fueron presentados.
Lo cierto es que competir en el mercado europeo teniendo que hacer frente a este elevado arancel no va a ser fácil para SAIC. Sin embargo, y a pesar de todo, la compañía asegura que no valora siquiera la posibilidad de abandonar este mercado. En SAIC afirman que están tomando medidas para poder salvar esta situación y planean iniciar la comercialización de nuevos modelos con diferentes sistemas de propulsión. Parece bastante probable, por tanto, que a partir de ahora podremos ver más modelos de SAIC en Europa con motor de combustión o híbridos y menos eléctricos puros.
Actualmente MG Motor, una de las marcas del grupo, ya comercializa en Europa varios modelos híbridos como el utilitario MG3, el SUV compacto ZS, o el SUV de mayores dimensiones HS.
Así comenzó todo
La Comisión Europea realizó una investigación a finales de 2023 con el fin de averiguar si los fabricantes chinos podían ofrecer sus vehículos eléctricos más baratos que los fabricantes europeos, gracias a las subvenciones que recibieron del gobierno de su propio país. La conclusión fue que, de media, los fabricantes chinos tenían la capacidad de comercializar sus modelos eléctricos un 20 por ciento más baratos, como consecuencia de haber recibido estas subvenciones.
Para salvar esta situación, la Comisión decidió a aplicar unos aranceles especiales, que no son sin embargo iguales para todos los fabricantes chinos, sino específicos para cada uno de ellos. El criterio para determinar la tasa a aplicable a cada fabricantes se basa en la cuantía de las subvenciones recibidas del gobierno chino. De este modo, aquellos que recibieron más subvenciones deberían pagar aranceles más altos para compensar.
La Comisión acusó a SAIC durante el desarrollo de la investigación de falta de cooperación, lo que la llevó a aplicarle la tasa arancelaria más elevada de entre todos los fabricantes chinos.