Renault ha anunciado este viernes un plan de reestructuración mediante el cual prescindirá de 15.000 empleados en el mundo reducirá su presencia en China y mantendrá la fabricación de coches eléctricos en Francia, si bien no afectará a las plantas esapañolas de la marca gala.
Renault, miembro de la alianza con Nissan y Mitusibishi, inmersa en su plan ajustes económicos, cuenta con fábricas en Sevilla, Palencia y Valladolid. No obstante, el recorte de 2.000 millones de euros que prevé acometer en los próximos tres años no salpicará en un principio a ninguna de estas plantas. Un desenlace muy distinto al que ha tenido Nissan Barcelona, que cerrará a finales de este año.
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Según han informado fuentes de la compañía a ABC, el nuevo plan de la marca no repercutirá la fábrica de cajas de cambio de Renault en Sevilla, que emplea a 1.300 trabajadores, y donde cada año se fabrican un millón de transmisiones.
Además, Renault ha anunciado la cancelación de sus planes de ampliación de las fábricas en Marruecos y Rumanía, y su intención optimizar la fabricación de cajas de cambios, de modo que la instalación sevillana podría ser una de las grandes beneficiadas.
Y es que esta planta, que lleva operando desde 1958, se ha convertido en una de las piedras angulares de la entidad. Con una superficie de 211.842 metros cuadrados, cubre el 33% de las necesidades de