El MINI Countryman es un buen crossover compacto de corte premium. Es lujoso, va francamente bien a nivel dinámico y tiene una imagen exclusiva. Pero no es un coche precisamente aventurero: aunque pueda salir del asfalto, su terreno favorito es el asfalto. El equipo X-raid ha decidido aprovechar su experiencia en competición offroad – y su asociación con MINI en el terreno competitivo – para lanzar un MINI Countryman que ha perdido el miedo a mancharse. No estamos hablando de simples mejoras estéticas, hay mejoras funcionales que le dan mejores capacidades offroad.
La primera modificación es elevar la altura de la suspensión en dos centímetros, en busca de una mayor altura libre al suelo. La altura al suelo de serie es de 165 mm, alejada de la de otros SUV y más en línea con la de los crossover, poco más alta que la de un turismo convencional. A ello se une el «levantamiento» logrado con los neumáticos todoterreno de Cooper Tires que X-raid ha instalado. Estas gomas ofrecen rendimiento todoterreno real, en detrimento del confort en carretera y el paso por curva. Además, su estética es mucho más aguerrida.
Las modificaciones son idénticas a las de los MINI de asistencia usados por X-raid en el Dakar andino.
Estos neumáticos Discoverer AT3 se montan sobre unas llantas todoterreno de aro exterior desmontable. Este aro protege la llanta en caso de impactos y no obliga a reemplazar la llanta o repararla si resulta dañado. También contribuye a disimular el perfil generoso de los neumáticos todoterreno. Gracias a estos neumáticos el coche gana otros dos cm de altura libre al suelo, llevando el total hasta los 205 mm. Una cifra en consonancia con la de SUV como el Subaru Forester, y cercana por ejemplo a la de un Toyota Land Cruiser.
Otra modificación de