La resurrección de Datsun alegró a muchos y entristeció a otros tantos. Cuando Nissan anunció que desempolvaría su vieja enseña no esperábamos que lo hiciera para crear su particular Dacia. A su socia Renault el movimiento le salió redondo, pero no debemos olvidar que la casa rumana llevaba en activo más de cinco décadas. Sea como fuere, posicionarse como una firma low cost no ha servido para el objetivo que ellos buscaban.
La penetración de Nissan en algunas zonas del globo era discreta y con Datsun querían arreglarlo. Crearon una gama de modelos de diseño resultón y calidad justa para ofrecerlos a un precio de derribo. Sin embargo, el público de las regiones elegidas para su venta no la acogieron con los brazos abiertos. Ahora llega el momento de abandonar aquellas con peor evolución y Rusia es uno de los fracasos más sonados.
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El regreso de Datsun no ha causado el mismo efecto que el de Dacia
Desde hacía unos meses se especulaba con la posibilidad del cierre de Datsun. Los números nunca han cuadrado y la situación financiera que atraviesa Nissan no ayuda a su mantenimiento. Por ello, cuando los responsables de la marca presentaron el nuevo plan de crecimiento sostenible y rentabilidad saltó la liebre. La firma low cost del grupo abandonará uno de los países más importantes en su estrategia: Rusia.
Indonesia fue el primer país donde Nissan desarticuló la estructura de Datsun. Ahora, se fijan un plazo máximo de tres años para que abandone Rusia. En este caso, la maniobra no será tan drástica ni dura, pues el centro que empleaban para ensamblar sus modelos es el que tiene AvtoVAZ en Togliatti. De hecho, el único modelo que comercializan en el país, el On-Do, se basa en la tecnología del modelo de Lada.renderAd(,36166);
El problema que ha tenido que afrontar Datsun