El Subaru XV es un modelo compacto de unos 4,5 metros de longitud que destaca por su calidad de fabricación, por ofrecer un funcionamiento muy satisfactorio y, sobre todo, por sus sobresalientes prestaciones fuera del asfalto que no penalizan en absoluto su magnífico rodar en carretera. Nosotros hemos probado la versión de acceso asociada al equipamiento más alto. Esta opción de compra se puede adquirir desde 28.700 euros (consultar todos los precios).
Muy atractivo: tan deportivo como campero
Exteriormente, y si doy mi opinión personal, el XV es uno de los coches de la categoría que más me gustan; muy proporcionado, con un aspecto muy sólido y con un equilibrio entre deportividad y estética campera muy conseguido. Me encanta.
Como es norma en Subaru, el acabado de la carrocería resulta impecable, con un tacto de todas las puertas muy cuidado y con unas tolerancias entre piezas que denotan claramente la calidad de este coche. Si hay que destacar detalles estéticos adicionales, además de las protecciones de los pasos de rueda y de los paragolpes y de las barras de techo, son todos los grupos ópticos, que disponen de tecnología LED. En el caso de las delanteras, el alumbrado es adaptativo y dispone de un asistente automático de cambio de largas a cortas.
Los aspectos prácticos también han sido tenidos en cuenta para el diseño de su exterior. Por ejemplo, en las versiones sin barras de techo se incorporan nuevos sistemas de anclaje, lo que mejora la practicidad con respecto al anterior XV. En cuanto a las barras de aluminio extruido del techo —que pueden elegirse en color plata o negro—, se han rediseñado de manera que ofrecen un 15% más de espacio para colocar bultos. El techo eléctrico, por su parte, es un 7% más ligero debido a que es un 6% más fino.