Nissan ya está probando y desarrollando una nueva tecnología de control de las cuatro ruedas que la marca japonesa denomina ‘e-4ORCE’. Esta solución tecnológica gestiona la potencia de salida y el rendimiento de frenada para maximizar la suavidad y estabilidad de la conducción, además de mejorar la confianza del conductor al trazar fielmente la línea de conducción prevista sobre diferentes superficies, sin que el conductor tenga que cambiar su estilo de conducción.
Normalmente, cuando gira, un vehículo tiende a virar hacia fuera de la curva durante la aceleración, lo que obliga al conductor a mover más el volante o a reducir la velocidad (subviraje). La tecnología e-4ORCE distribuye el par a las ruedas delanteras y traseras del vehículo para maximizar la fricción (agarre) de los neumáticos según las condiciones de la superficie de la carretera y la situación del vehículo. El reparto de la tracción total del sistema e-4ORCE tiene una distribución predeterminada de 50/50, pero también puede transferir hasta el 100 % de la potencia a las ruedas delanteras o traseras, o una combinación intermedia, en función de diversas condiciones de carretera y conducción. La fuerza de desaceleración se controla de manera óptima en cada una de las cuatro ruedas, a través de una combinación de frenada regenerativa y frenada hidráulica, lo cual mejora el rendimiento de giro y la desaceleración.
El resultado es un mayor nivel de control, especialmente durante las curvas, que ofrece al conductor una experiencia agradable, suave y predecible con un ajuste mínimo de la dirección.
La frenada regenerativa es una de las características principales de un vehículo eléctrico. Esta tecnología permite recuperar la energía cuando el coche desacelera, y luego envía dicha electricidad de vuelta a la batería. Dado que el sistema e-4ORCE gestiona la frenada y la potencia de cada rueda, cuando se activa la frenada