El verano es el momento escogido por muchos para hacer muchos kilómetros, largos viajes en coche, y para disfrutar de unas merecidas vacaciones con las que reponer fuerzas y recuperar energía tras un duro año de trabajo. Lo que todos deseamos, sin duda, es que nuestro coche cumpla. Y aunque la preocupación por el cuidado de nuestro vehículo, y la comprensión de las averías más comunes en un diésel, y cómo evitarlas, deberíamos tenerla presente todo el año, el verano también es un buen momento para preocuparnos por las averías más habituales de los diésel y, sobre todo, para tomar precauciones para prevenirlas.
Revisa tu diésel: mantenimiento y conducción
La conducción que practiquemos en nuestro diésel, y su mantenimiento, serán clave para prevenir averías. Lo ideal es que mantengamos a raya el mantenimiento de nuestro coche, que hayamos cumplido con las revisiones periódicas y que nos aseguremos de que en ellas se han realizado los correspondientes cambios de aceite y filtros. Lo primero que deberíamos hacer antes de viajar es asegurarnos de que no han vencido los periodos de mantenimiento del coche.
En cualquier caso, una revisión rutinaria en el taller siempre es recomendable, especialmente si nuestro objetivo este verano es hacer miles de kilómetros en coche.
El mantenimiento es esencial para evitar averías en un diésel, no te saltes revisiones periódicas
Averías en sistemas anticontaminación diésel
Las averías más comunes en los diésel modernos tienen que ver, generalmente, con los sistemas anticontaminación. Los filtros de partículas, por ejemplo, pueden obstruirse, especialmente si la conducción que practicamos a lo largo del año se basa en trayectos cortos y urbanos, y manteniendo el motor a un régimen de revoluciones moderado, aunque con el tiempo los fabricantes han desarrollado mejoras, como sistemas de regeneración más efectivos, que reducen el riesgo de que el filtro se obstruya.
El mal