El segmento de las berlinas pasa por un momento muy complicado, más aún cuando hablamos de marcas generalistas. Sin embargo, esto no ha frenado a Toyota, que finalmente ha traído al mercado español una de sus berlinas medias más icónicas a nivel global. Su nombre es Toyota Camry y es un modelo híbrido que está disponible por 32.300 euros.
Aunque muchos podáis pensar que esta berlina híbrida llega para sustituir al descatalogado Toyota Avensis, lo cierto es que no es del todo así. El Toyota Camry quiere un paso más allá, especialmente en el apartado de calidad e imagen elegante a la par que tecnológica. En esta prueba os cuento todos los detalles de la octava generación del Toyota Camry. ¿Será suficiente para rivalizar contra los Volkswagen Passat, Peugeot 508 y compañía?
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El Toyota Camry debutó en 1982. Desde entonces se han comercializado 8 generaciones, habiendo matriculado más de 19 millones de unidades. Eso sí, su mercado de mayor éxito es el estadounidense.
Diferenciado y elegante
Como siempre, empezamos por un repaso a su diseño exterior. El Toyota Camry muestra una estética muy desvinculada de las habituales berlinas europeas. Apuesta por una imagen más asiática, con líneas rectas y angulosas, pero manteniendo un cierto nivel de elegancia. De serie tenemos faros de LED con lavafaros, añadiendo en esta terminación Luxury llantas de 18 pulgadas y luces posteriores de LED, entre otros.
Cuenta con un frontal muy distintivo, presumiendo de ecología con el logo de Toyota en color azul, como en todos los modelos híbridos de la compañía. Pero más destacable aún es la parrilla principal, acabada en gris y con múltiples lamas horizontales. Los focos de antiniebla son muy pequeños, pasando prácticamente desapercibidos.
También presume de ecología mediante la Etiqueta Eco de la DGT en el parabrisas, por lo que se beneficia de importantes ventajas fiscales.
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