General Motors Defense, subsidiaria del gigante de Detroit, ha renovado su contrato con el Ejército de Estados Unidos para para fabricar, colocar en el campo y mantener el nuevo Vehículo del Escuadrón de Infantería del Ejército (ISV por sus siglas en inglés). El valor del contrato asciende a 214 millones de dólares, unos 190 millones de euros.
Diseñado para proporcionar una movilidad terrestre rápida, el ISV expedicionario es un portador de tropas todoterreno destinado a transportar un escuadrón de infantería de nueve soldados por el campo de batalla.
Más de 2.000 unidades adjudicadas
Hace un año el Ejército estadounidense otorgó un contrato de un millón de dólares para empezar con el proceso de pruebas y evaluación del prototipo de este vehículo en Carolina del Norte.
El ISV debía ser lo suficientemente ligero como para ser cargado con desde un helicóptero Blackhawk UH-60, lo suficientemente compacto como para caber dentro de un helicóptero Chinook CH-47 y lo suficientemente versátil como para transportar hasta nueve soldados y todo su equipo a velocidades de carretera en pavimento y todoterreno en condiciones extremas.
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Este nuevo contrato confirma que la compañía capitaneada por Mary Barra ha conseguido satisfacer las necesidades del Ejército estadounidense, que adquirirá 2.065 unidades.
Todos los modelos ISV estarán equipados con una superestructura para los ocupantes y carga impulsada por un motor turbo diésel Duramax de 2.8 l y 186 CV, y una transmisión automática de seis velocidades.