¿Qué sucede en las carreteras y las calles de nuestras ciudades? Es una pregunta que se hacen muchos conductores. La carga de impuestos sobre los ciudadanos, y sobre el uso de vehículos privados, no desciende, sino todo lo contrario. Y entre tanto hemos asistido a un panorama en el que el estado de nuestras carreteras, y las calles de nuestras ciudades, empeora irremediablemente. El socavón, que desde hace dos años nos encontramos al girar la esquina para llegar a nuestra casa, se ha convertido en ese vecino que no nos cae demasiado bien, pero al que con el tiempo nos hemos a acostumbrado a saludar cuando nos cruzamos a diario con él en los descansillos. Y el quiebro que hacemos para esquivar ese socavón se ha convertido en un hábito más en nuestro día a día, como si se tratase del equivalente a las conversaciones meteorológicas en el ascensor con nuestro vecino. ¿Qué 5 averías están provocando los baches de las calles, y las carreteras, de tu ciudad? ¿Cómo podemos evitarlas? ¿Podemos reclamar al ayuntamiento, o a la administración regional o estatal encargada de sus competencias?
En los últimos años las infraestructuras en España han aumentado, pero los presupuestos siguen dedicándose sobre todo a creación de nuevas infraestructuras, y no a mejorar el mantenimiento de las ya existentes
La Fundación CEA denunciaba hace tiempo que la partida de los presupuestos del Ministerio de Fomento de 2016 solo dedicase algo más de 2.000 millones de euros a las carreteras, en su mayoría destinados a la construcción de nuevas infraestructuras, y no al mantenimiento de las ya existentes. El gran problema lo encontramos en que en los últimos años las infraestructuras no han dejado de aumentar, y la inversión, lejos de crecer, y centrarse en el mantenimiento de las carreteras, ha seguido dedicándose precisamente