Dichosos sean los ojos con las berlinas deportivas, segmento que, contra todo pronóstico, está floreciendo con más fuerza que nunca. Y es que ya son varias las firmas que se han sumado al frenético resurgir de una clase de vehículos que, por desgracia, para muchos había muerto. Después del fuerte auge de los SUV, marcas como Hyundai son capaces de entender que la pacifica y lógica convivencia con las berlinas es posible, motivo por el que muy pronto seremos testigos de algo tan sensacional como el Elantra N.
La firma coreana ha estado cogiendo mucha fuerza durante estos últimos años, fuerza que le ha permitido crear una división de vehículos deportivos bajo el apellido N. Hasta la fecha, dicho distintivo tan solo había cobrado sentido en el i30, modelo que se ha encargado de someter a esos compactos deportivos europeos que osaron subestimarlo.
Sin embargo, Hyundai tiene sed de venganza, razón por la que la denominación N acogerá a más vehículos bajo su seno. Todo apuntaba a que el i20 y el Kona serían los únicos en sucumbir ante los encantos de este departamento, pero el Elantra también ha querido apuntarse a la aventura para intentar domesticar a alguno de sus rivales más directos, como el recién presentado Volkswagen Arteon R.
De momento, la casa surcoreana no ha hecho declaración alguna al respecto de esta variante, pero distintas mulas de prueba confirman que será una realidad palpable muy pronto. Además de una estética más picante y sugerente, los ingenieros de Hyundai se encargarán de exprimir hasta el último ápice de deportividad del Elantra con un propulsor a la altura del apellido que ahora se posará sobre su zaga.
Pese a que otrora se empleaban motores de gran calibre para animar a las berlinas deportivas, hoy en día los cuatro cilindros sobrealimentados son los encargados de dar vida a estas. Con esta premisa, es sencillo suponer que el mismo tetracilíndrico que da vida al i30 N se pose sobre las entrañas del Elantra, solo que en esta ocasión desarrollando una potencia que podría sobrepasar la barrera de los 300 CV.
Sea como fuere, Hyundai sigue ejerciendo presión sobre sus titánicos rivales, los cuales han estado gobernando a sus anchas desde el viejo continente. Pero la hegemonía coreana empieza asomar los dientes con vehemencia, y la división N de Hyundai se encargará personalmente de que el nacimiento de esta sea más efectiva de lo que uno podría imaginar.