Land Rover está decidida a que el nuevo Defender ocupe el lugar que nunca debió abandonar: ser el rey de los todo terreno. Pero esta misión no es algo que pueda lograr en uno o dos años, pues a lo largo de toda su historia ha contado con multitud de versiones. Una de las más demandadas era la carrocería Hard Top que estaba destinada a tareas múltiples y que adquirían empresas de reconocido prestigio como Telefónica o Endesa.
Con la llegada de la nueva generación arranca la segunda parte del plan comercial. Esto es, que llega el Land Rover Defender Hard Top, la carrocería más versátil y adaptada a trabajos duros. En esencia, quiere reemplazar al anterior, aunque esta nueva iteración tiene un pequeño truco. Con todo, su interior ofrece mayor modularidad y otros gadgets, punto vital si quiere adaptarse a las demandas de los trabajadores más exigentes.
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Los cambios estéticos del Land Rover Defender Hard Top se centran en la zaga
Lo primero que llama la atención al ver el nuevo Land Rover Defender Hard Top es su zaga. El equipo de diseño del departamento Special Vehicle Operations ha modificado el tres cuartos y luneta trasera. Ahora, ofrece un aspecto macizo, fruto de eliminar el cristal y añadir una mampara metálica. Con ella, el Defender está mejor preparado para recibir golpes en las operaciones de carga y descargar.
Además, mantiene el portón de apertura lateral tan útil en este tipo de vehículos. Y os preguntaréis ¿dónde está el truco del Hard Top? Sencillo, que es un techo «de quita y pon» y esta opción no está disponible. Aún así, no es problema, pues no son los únicos cambios que ha experimentado. Al menos, es lo que ha declarado Michael van der Sande, gerente del departamento…
«Maximizaremos la funcionalidad y la usabilidad del área de