La electrificación del automóvil es un proceso imparable que va ganando velocidad a pasos agigantados, espoleada por el endurecimiento de las regulaciones europeas, la mejora de la tecnología, las ayudas públicas y la mayor conciencia social sobre el cambio climático y la calidad del aire de las ciudades. En los próximos cinco años vamos a vivir un incremento exponencial de esta tendencia. Arval, empresa especializada en renting de vehículos de servicio completo, nos avanza su evolución a corto y medio plazo.
1. Crecimiento exponencial de la oferta y la demanda
Toyota lanzó en 1997 en el Prius, el primer híbrido producido en serie. Nissan presentó en 2010 el Leaf, el primer coche eléctrico del mundo para el mercado masivo. Ambos fueron pioneros de la electrificación y tuvieron poca competencia durante muchos años, pero las cosas han cambiado a toda velocidad.
En 2021 estarán disponibles más de 220 modelos de automóviles electrificados, lo que supone casi cuadriplicar los que estaban disponibles en 2018. Y con el fin de lograr los objetivos de CO2, se prevé que este número crecerá hasta más de 325 modelos en 2025.
La demanda también crece al mismo ritmo. Los híbridos ligeros, híbridos, híbridos enchufables y eléctricos ya han llegado a todos los segmentos, desde los más populares a los más lujosos. El parque mundial de estos vehículos es de 8,5 millones de unidades. Y sus ventas van a seguir creciendo año tras año. En 2026 van a suponer el 50% del mercado europeo de coches nuevos; y en 2030 coparán el 70% del mercado. A nivel mundial, ese año habrá un parque estimado de coches electrificados de 116 millones de unidades.
2. Significativa mejora de la tecnología
La autonomía y el tiempo de recarga son los dos grandes retos a los que se enfrentan los coches eléctricos. Aunque existen diferencias significativas entre