Durante las últimas once semanas el precio del carburante no ha dejado de subir. Esta semana, gasolina y diésel han experimentados nuevos incrementos, lo que significa que a las puertas de la segunda operación salida de este verano, nos costará un poco más llenar el depósito.
En un año anómalo marcado por la pandemia del coronavirus, el mercado del crudo registró mínimos históricos, lo que supuso una notable bajada en el precio del carburante. Pero desde principios de mayo ha vuelto a tener una tendencia ascendente que se fija en un 8,6 % en el caso de gasolina y en un 8,2 % en el del gasóleo.
La recuperación del precio de los carburante viene de la mano de la remontada del precio de crudo: el barril de Brent cotizó en bolsa ayer jueves por encima de los 44,7 dólares. A mediados de abril hacía lo propio en 24 dólares.
En concreto, según los datos del último Boletín Petrolero de la Unión Europea publicado esta semana, la gasolina se ha incrementado un 0,34 % respecto a la semana pasada, situándose en una media de 1,164 euros por litro (incluyendo impuestos). Por su parte, el diésel ha registrado una subida del 0,37 %, llegando ahora a los 1,060 euros por litro.
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Hace un mes, el precio medio del litro de la Euro-súper 95 era de 1,130 euros y el del gasoleo de 1,028 euros.
Unos 6 euros menos en llenar