La firma de la estrella vuelve al ruedo con su familia AMG, familia que crece a un ritmo frenético de la mano de nuevas incorporaciones como la de los GLA 35 y 45 S. Ambas variantes del crossover germano llegan al mercado español con muchas ansias de dominar el arduo segmento en el que se inscriben, donde la competencia sigue siendo dura pese a que no esté tan sumamente masificado como el de los compactos deportivos. Y es que después del ansiado debut del A 45 S, modelo con el que el GLA comparte infinidad de elementos, se esperaba una fórmula similar en todos los sentidos; y así ha sido.
Los ingenieros de Mercedes-AMG han seguido la misma receta que hemos estado viendo aplicada en el resto de la gama compacto para dar vida a los GLA 35 y 45 S. En otras palabras: nos encontramos con dos variantes en las que deportividad y versatilidad se dan la mano para ofrecer un conjunto tan radical como práctico a los que pocos dejará indiferente.
En una primera instancia, nos encontramos con el GLA vistiendo el dorsal 35, dorsal que se encarga de ofrecer a sus usuarios el nivel de prestaciones más «modesto» por cortesía de AMG. Un propulsor de cuatro cilindros y 2.0 litros sobrealimentado por turbo es el encargado de dar vida al crossover con unos nada despreciables 306 CV y 400 Nm de par, cifras que lo catapultan hasta los 100 km/h en 5,2 segundos.
No en balde, aquellos clientes que quieran disfrutar de mayores sensaciones siempre lo podrán hacer recurriendo al más exultante GLA 45 S. Detrás de esta denominación se esconde el propulsor de cuatro cilindros más potente jamás construido, un bloque de 2.000 cc que se encuentra en la tesitura de desarrollar 421 CV y 500 Nm de par, cifras que, hasta hace no mucho, tan solo estaban reservadas para deportivos de altos vuelos.
Con este nivel de potencia, el GLA puede presumir de cubrir el sprint hasta los 100 km/h en 4,3 segundos y rozar el umbral de los 300 km/h con una velocidad punta de 270 km/h. Por supuesto, el sistema de tracción total 4Matic + se encuentra presente para no solo garantizar un óptimo traslado de la potencia al suelo, sino también para velar por la seguridad de sus ocupantes.
En caso de que queramos hacernos con el GLA 35, será necesario afrontar en nuestro país un desembolso de 63.950 euros; si por el contrario nos decantamos por la variante tope de gama, el GLA 45 S, el precio asciende a 84.875 euros, convirtiéndose así en una de las opciones más caras de su segmento.