El Mercedes Clase G es considerado el 4×4 más puro y duro de la gama del fabricante alemán. Y el Mercedes-AMG G 63 es actualmente el todoterreno de lujo por excelencia. Combinada opulencia, potencia y auténticas aptitudes offroad en un paquete realmente exuberante. Claro que hay más llamativo y bestia. Para los que consideren que el G 63 es para tímidos, existen los Mercedes-Benz G 500 4×4² y G 63 AMG 6×6, ambos con la discreción de un carro de combate y el lujo de un Clase S.
Por muy obscenos, opulentos, ridículos y superlativos que puedan parecer, todavía hay en la historia Mercedes-Benz un vehículo literalmente más heavy que los dos Clase G más brutales de la marca alemana. En los años 90, alguien en Mercedes-Benz pensó que sería una buena idea vender un Unimog en versión civil. Este modelo recibiría el nombre de Funmog. Todo era pura diversión.
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El Unimog para la disco
El primer Mercedes Funmog fue presentado en 1993. El concepto era muy simple: añadir todo el lujo y el confort posible de un turismo de la marca, con una buena dosis de elementos cromados, en el bestialmente eficaz pero muy rudo Mercedes Unimog. Vamos, lo que viene siendo un cruce de monster truck, tractor y un turismo de la marca.
Y al igual que el AMG G 63 o el G 500 4×4², el Funmog no estaba pensado para abrir camino