Audi arriesgaba y lanzaba al mercado en el año 1996 el primer compacto premium, el Audi A3. La jugada salió bastante bien a la marca de los cuatro aros, pues rápido se convertiría en uno de los modelos más vendidos de toda su historia. Solo le supera su hermano mayor, el A4. Hasta el momento, conocíamos tres generaciones, de las cuales se han comercializado más de 5 millones de unidades.
Pero aunque parezca mentira, han pasado 24 años desde que debutara aquel primer A3 de tres puertas, y 8 años desde que se estrenara la tercera generación en 2012. La marca de Ingolstadt acaba de poner a la venta la cuarta generación, que ya está disponible en los concesionarios. ¡Ya nos hemos puesto al volante! Bienvenidos a esta primera prueba del Audi A3, que hemos conducido en versión 30 TDI de 116 CV.
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El Audi A3 tiene diseño continuista, pero más dinámico
Lo primero que debemos destacar es que pese a que se trata de un relevo generacional, no hay grandes cambios en su estructura. Como los nuevos Volkswagen Golf y Seat León (primos hermanos de este A3), no hay cambio en la plataforma, que sigue siendo la famosa MQB. Es por ello que las dimensiones exteriores apenas cambian, manteniendo el maletero y el espacio interior. Así, el nuevo Audi A3 mide 4.343 mm de longitud, 1.816 de anchura y 1.449 de altura. La batalla es de 2.636 mm.
También está disponible una carrocería Sedán de tres volúmenes, que cuesta 900 euros más que el Sportback, mientras que en esta generación no llegarán las versiones de 3 puertas ni Cabrio.
Teniendo en cuenta lo anterior, echemos un vistazo a su diseño exterior. ¿Cambia mucho el nuevo Audi A3 2020? La verdad es que sigue siendo fácilmente reconocible como el compacto alemán que todos conocemos. Sin