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Homologados como triciclos, para lo bueno y para lo malo
¿Cuáles son sus ventajas?
¿Y sus inconvenientes?
¿Qué opciones existen?
Las motos de tres ruedas, o más bien bien los scooters de tres ruedas, son unos vehículos que en principio nos ofrecen las bondades del mundo de las dos ruedas unidas a una mayor seguridad que le otorga un tercer punto de apoyo, y la posibilidad de acceder a cilindradas superiores a 125 c.c. con el carnet de coche. Sin embargo, no todo son ventajas: te contamos todo lo que deberías saber sobre ellas.
Homologadas como triciclos, para lo bueno y para lo malo
Una de las grandes ventajas y por las que han cosechado un éxito notable estas motos de tres ruedas, sobre todo en otras ciudades europeas, es el hecho de poder conducirlas con el carnet de coche, independientemente de su cilindrada y de los años de experiencia. Esto se debe que la gran mayoría de ellas, que no todos, son homologadas como triciclos (L5e), para lo que es necesario que cumplan ciertas condiciones: un pedal de freno que actúa sobre ambos ejes, unos intermitentes que sobresalgan de la carrocería, así como un freno de estacionamiento y una anchura mínima del eje delantero de 460 mm. Debido a esto, fue por lo que Piaggio introdujo las versiones ‘LT’ a sus scooter de tres ruedas MP3 (tranquilo, más adelante te presentaremos algunas opciones).
Al estar homologadas como triciclos se pueden conducir con el carnet B, pero en teoría no pueden acceder a ciertos beneficios reservados a las motocicletas.
No obstante, y con la ley en la mano, que estén homologadas como triciclos implica que en teoría no podrían estacionar en aparcamientos reservados para motos, hacer uso de carriles bus-taxi en las ciudades que lo tienen permitido ni de beneficiarse de otros tipos de incentivos, como descuentos