Ha llegado el mes de agosto y aunque este año posiblemente los traslados por carretera a causa de las vacaciones serán mucho menores, la DGT se prepara para controlar que todo va bien y que no se producen infracciones en carretera. Y si se producen, que se sancionen convenientemente. Para ello, hay un importante despliegue de medios, muy similar al de otros años, que velará por la seguridad de los usuarios de las vías españolas.
El uso de los radares fijos y los radares móviles se han reforzado en los últimos años y se han incorporado nuevos medios de control en las carreteras. Hace unos años debutó el helicóptero Pegasus, que sobrevuela las carreteras, principalmente las secundarias, para controlar que se conduce a la velocidad máxima permitida y no se incumplen las normas de circulación.
Radares de tramo
Los radares de tramo llevan un tiempo en servicio y actualmente tienen una importancia cada vez mayor. Se trata de un sistema de medición de velocidad que recoge la velocidad media entre dos puntos de un tramo. Es decir, calcula el tiempo en que se recorre esa distancia para determinar la velocidad media. Está compuesto por un radar fijo y uno móvil que se coloca a una distancia determinada del primero. Este tipo de radar suele registrar muchas sanciones, ya que es más exacto que el radar tradicional.
Ante la presencia de un radar fijo, el conductor puede reducir la velocidad frente al radar y volver a acelerar una vez superado el punto kilométrico donde está el radar. Con el radar de tramo, este registra ese aumento de velocidad y resulta más difícil sortear al radar.
Pegasus y los drones de la DGT
Los helicópteros Pegasus sobrevuelan las carreteras españolas y resulta difícil sortear su vigilancia. Este dispositivo ayuda a detectar no solo los excesos de velocidad sino también a detectar maniobras peligrosas o si el conductor está hablando por teléfono o conduciendo de manera que pueda convertirse en un peligro para el resto de usuarios de la vía.
Los drones se han incorporado recientementemente al servicio de vigilancia de carretera y se encargan de la misma función, aunque en un ámbito más reducido. Los agentes que operan los drones de la DGT están cerca de ellos y tienen una operativa muy limitada, aunque resultan útiles a los agentes para detectar irregularidades. Las cámaras de los drones se encargan de detectar el uso del móvil, si el conductor o los ocupantes no utilizan el cinturón de seguridad o cualquier otra infracción que se cometa cuando se cree que no hay nadie mirando.
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Furgonetas camufladas
Este año entran en acción las furgonetas camufladas. Estos vehículos estarán rodando por las carreteras españolas vigilando que no se incumplan las normas de tráfico. Estarán conducidas por dos agentes uniformados. Uno se encargará de la conducción, mientras que el otro examinará las imágenes de las cámaras que equipa para informar sobre infracciones de tráfico. Una patrulla que siempre estará cerca del vehículo se encargará de dar el alto al vehículo y proceder a informar al infractor.
Con todos estos sistemas, la DGT está preparada para afrontar un año más la seguridad en las carreteras españolas y avisa a los conductores que tienen que seguir las normas de seguridad al volante y cumplir con todas ellas.