Dice el refranero español que «todo lo bueno se hace de rogar» ¿no? Pues bien, esto es lo que ha pasado con el Gordon Murray T.50, la última creación del ingeniero sudafricano. De él ya os hablamos hace unos meses, pues este proyecto se ha cocinado a fuego lento. Sin embargo, su desarrollo ya ha concluido por lo que sus creadores han querido presentarlo públicamente para dar los datos oficiales que aún estaban en el aire.
Como bien sabíamos, el Gordon Murray T.50 no es un deportivo al uso. Las razones para ello son muchas y variadas, pero la más importante es que muchas de sus soluciones llegan directamente de la Fórmula 1. A ello hay que sumar que el desarrollo de su mecánica es fruto de la colaboración con Cosworth, ofreciendo un elevado rendimiento. Si te gusta, sigue leyendo, porque guarda secretos que para sí quisieran muchos de sus rivales.
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El Gordon Murray T.50 es más pequeño que el Porsche 718 Cayman
A nivel estético, el Gordon Murray T.50 presenta líneas y trazos afilados. Su misión es clara: ofrecer un coeficiente de penetración aerodinámico muy bajo. En conjunto no es un modelo rompedor, pero presenta elementos estéticos que le aportan personalidad a la par que le acercan al McLaren F1. El mejor ejemplo son sus grupos ópticos principales o la forma baja del paragolpes y entrada de aire inferior.
Tampoco podemos pasar por alto la forma del parabrisas, ventanas laterales o puertas. Éstas cuentan con un mecanismo de apertura en alas de gaviota, como los aletines posteriores. Por último, debemos echar un vistazo a la zaga, una de las zonas más personales. En ella, destaca la gran turbina, de 40 centímetros, que en combinación con los spoilers y difusores traseros activos, incrementa la carga aerodinámica en un 50 por ciento.
Este conjunto de elementos