Tras la leve recuperación de julio con la llegada de los planes de ayuda a la compra, las ventas de coches en España han vuelto a caer en agosto: el recién finalizado mes estival ha cerrado con una bajada del 10,1 % y un total de 66.925 unidades matriculadas.
Continúa así este año aciago que contabiliza 524.706 automóviles comercializados, lo que supone un retroceso del 40,6 % en comparación a un 2019 que no fue precisamente bueno: entre enero y agosto el año pasado se habían vendido 883.649 coches. Pese a ello, parece que este 2020 podrá cerrar por encima de las 700.000 unidades, siendo menor la debacle que se vaticinaba en primavera.
Bien es cierto que la caída de este mes de agosto es más baja a la experimentada el año pasado, casi del 31 %. Pero no hay que olvidar que en 2018 el mes quedó desvirtuado por la llegada del nuevo sistema de homologación de emisiones WLTP.
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Y también lo es que agosto es, por tradición y salvo excepciones como la de hace dos años, el peor mes para el mercado automovilístico. Por ello, ante una caída más leve en comparación a los nefastos meses anteriores, desde la patronal de concesionarios se muestran optimistas: «Las matriculaciones del mes de agosto confirman que el sector evoluciona más favorablemente de lo esperado»,