Contenido
1. Mantenimiento básico: filtros de aire y combustible
2. Caudalímetro y otros sensores
3. Sistema de inyección/alimentación
4. Sistemas anticontaminación: EGR y FAP
5. Otras causas
Puede que con el paso del tiempo hayas notado que tu coche diésel empieza a consumir más de lo habitual sin causa aparente que lo explique, como un cambio de tu modo de conducción, recorridos habituales o que circules con excesiva carga o más acompañado que de costumbre. Así pues, no estarías ante un problema que sólo afecta a tu bolsillo, sino que es el claro indicio de algún tipo de avería o de algún mantenimiento demasiado pospuesto. A continuación te contamos las principales causas de ese mayor consumo en resumidas en cinco puntos.
1. Mantenimiento básico: filtros de aire y combustible
En la mayorías de los casos ese inexplicable incremento de consumo se debe a un mantenimiento descuidado del coche, y sobre todo, a un olvidado filtro del combustible, ya que normalmente se suele cambiar el aceite junto a su filtro, además del filtro del aire, dejando de lado el mencionado filtro de combustible y el del habitáculo o antipolen. Así pues, la solución puede encontrarse en cambiar un viejo filtro obstruido de combustible, lo cual no supondrá un desembolso mayor de 20 €, motivo por el cual sería incluso recomendable sustituirlo en la revisión anual, a pesar de que los intervalos recomendados por el fabricante suelen ser de unos 30 o 60 mil kilómetros.
Otra posible explicación, casi igual de probable, es un filtro de aire sucio que impida la correcta respiración del motor, además de un aceite viejo o que no cumpla las especificaciones del fabricante, ya que no estaría lubricando de forma correcta, lo que además se traduce, entre otros aspectos, en una mayor fricción que dará lugar a un consumo más elevado(y también a un desgaste prematuro