A día de hoy nadie puede poner en duda la capacidad tecnológica de los modelos de Tesla. La firma yanqui, creada por el todo poderoso Elon Musk, ha puesto la zancadilla a todos los grandes fabricantes de coches del mundo. Sin embargo, parece que la celeridad con la que desarrollan sus modelos les pasa factura en ciertos aspectos. Sobre todo en el relativo a la elección de materiales o componentes ya que al poco tiempo empiezan a fallar.
Cierto es que cualquier coche puede dar problemas y en cualquier momento. El problema está en que parece que los duendes de las cadenas de montajes se han ido a vivir con ellos. Así, no es extraño que la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) haya recibido quejas de los Model S y Model X. Por ahora no han sido muchas (se estima que unas 43) pero con el paso del tiempo podrían ser más. ¿Imaginas por qué?
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La NHTSA ha recibido varias quejas de las suspensiones de Tesla
Según parece, varios clientes se han quejado del acabado que tienen las suspensiones de los Model S y Model X. Estas reclamaciones han llegado a oídos de la NHTSA y se han puesto manos a la obra para ver qué es lo que está pasando. Todo apunta a que los enlaces de las juntas de rótula pueden fallar haciendo que el vehículo sea inestable. Además, esta situación también afectaría a la dirección, volviéndolos peligrosos en caso de fallo.
Con todo, Tesla es consciente de la situación pero está tardando más de lo deseable en poner una solución al respecto. A ello hay que sumar que algunos clientes que han pasado por el taller para solucionar este problema han visto mermada su cuenta bancaria. La razón es sencilla: al parecer, para reemplazar estas rótulas hay que desmontar la batería