BMW Group ha de estar muy satisfecha con el desempeño de Mini. Quedarse con ella cuando se deshizo de la extinta MG-Rover fue un movimiento complicado pero con los años la sacrificio ha merecido la pena. La prueba está en que, en todo el mundo, muy pocos son los mercados que se le resisten. Pero esto no es mérito único de la historia o imagen que destilan sus modelos sino de como han configurado su cartera a lo largo de los años.
Si no se hubieran planteado lanzar el todo camino Countryman su situación sería mucho más complicada. La razón para ello es sencilla: a día de hoy es su producto más vendido y el que más dinero aporta a sus cuentas. Siendo así, no es extraño que sus «padres» lo mimen todo cuanto pueden. Ahora añaden una nueva versión especial a su ya brillante trayectoria. De esta forma nace el Mini Countryman Boardwalk Edition. Os contamos de qué va…
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La imagen del Mini Countryman Boardwalk Edition es sobria y deportiva
Si intentamos traducir la denominación del Mini Countryman Boardwalk Edition podemos confundirnos un poco. Literalmente significa «Paseo marítimo – Malecón o Muelle» aunque la marca lo asocia a «la vida diaria en la urbe o paseos a la playa». Sea como fuere, esta asociación del Countryman con la vida activa y la búsqueda de nuevas aventuras es lo que hará que los clientes pongan sus ojos sobre él. Y eso que su imagen cambia muy poco.
Exteriormente lo que más destaca es la pintura Deep Laguna Blue Metallic que viste su carrocería. Otras mejoras incluyen techo, barras y llantas de aleación de 19 pulgadas con detalles en piano black. Tampoco podemos pasar por alto la distribución del logo «Boardwalk Edition» a lo largo y ancho de la carrocería. Todos en tono azul claro