Proyecto Titán, así es como Apple denomina a su propósito de fabricar un coche eléctrico, y desde que saliera a la luz el año 2014, se ha caracterizado por sufrir diversos y múltiples altibajos, reducirse en 200 personas el equipo de desarrollo compuesto por más de un millar, de tener como objetivo un automóvil eléctrico para el consumidor medio, al desarrollo de sólo tecnología autónoma, así como haber contado con fichajes estrella de la industria de la automoción, como el caso de Doug Field de Tesla. No obstante, nuevas informaciones apuntan a que a lo largo de 2021 deberíamos tener algún tipo de noticia oficial, o a lo más tardar para 2024, acompañado de una versión mucho más cercana a la de producción.
Uno de los puntos claves es su batería monocelda, mucho más barata de fabricar
El origen de las nuevas especulaciones radican en una exclusiva recogida por Reuters. Así pues, Apple estaría trabajando en un vehículo eléctrico dirigido al gran público, cuyo secreto radica en unas nuevas baterías que reducen drásticamente el coste de fabricación de las mismas. En concreto, contaría con unas baterías monocelda de ferrofosfato de litio, con una densidad energética algo menor que las actuales, pero que se ve compensada al carecer de «espacios muertos» entre celda y celda. Ello supone, según fuentes interna de la propia Apple que prefieren no ser nombradas: «es un nuevo nivel, como la primera vez que viste el iPhone».
Para acelerar el proceso de desarrollo, y en cierta medida compensar el retraso causado por la crisis de la COVID-19, Apple ha recurrido a la industria auxiliar para ciertos componentes, como es el caso de los sensores LIDAR, que son los encargados de «leer» lo que rodea al vehículo para guiarlo en su conducción autónoma, y que estarían basados en los que actualmente