La Comunidad de Madrid se ha desmarcado de la tendencia de la movilidad eléctrica y prohibirá la presencia de coches eléctricos en las calles de la ciudad. El problema con que se han encontrado con este tipo de vehículos es que «dan rampa«. Esta ha sido la declaración de un portavoz del gobierno regional, que asegura que al tocar un coche eléctrico recibió una descarga eléctrica que «le erizó el pelo de la cabeza y hizo que saltarán chispas de su jersey navideño de lana«.
Con este suceso se ha puesto en entredicho la seguridad de los coches eléctricos y desde el gobierno regional quieren evitar que «los usuarios se vean sometidos a este peligro«. El portavoz regional asegura que al acercarse al coche, de fabricación estadounidense, y tocar el pomo de la puerta, recibió «un chispazo» que le provocó una molestia en los dedos y que se le erizaran los pelos de la nuca.
Ahora se teme por la pérdida del pelo que sufrió los efectos del calambrazo. «Ya tengo poco, solo me falta que se me vaya cayendo«, asegura el portavoz. El vehículo ha sido revisado por un taller especializado y se está intentando averiguar la causa del suceso. Al parecer, es algo habitual en muchos coches eléctricos y se cree que esto puede pasar a suceder también con vehículos con motor de combustión.
Varios organismos de control de vehículos eléctricos y no contaminantes están revisando también los coches híbridos e híbridos enchufables, por si tienen el mismo problema. En los últimos días, se ha registrado un número preocupante de usuarios que han registrado este tipo de situación, lo que ha encendido todas las alarmas.
Desde el centro de Investigación Max Planck han determinado un fallo estructural en los SUV que podría provocar su erradicación hasta nuevo aviso.
Los usuarios reportan estos sucesos cuando van a coger el coche después de las compras navideñas, y la alegría del momento, representada por los bonitos jerseys navideños de lana que vestían en ese momento se vio truncada por «el chispazo que surgió de la manecilla de la puerta«.
Se teme que sea algo que pueda pasar de los coches eléctricos a los de motor térmico, ya que se han reportado varios casos en coches con motor diésel y de gasolina. «Por ahora eliminaremos de las calles de Madrid los coches eléctricos, que son los que llevan electricidad dentro y si la cosa persiste, ya veremos que hacemos«.
Así, la etiqueta 0 de la DGT marcará a los coches que no pueden circular por Madrid y se está estudiando si otro tipo de coches puede ver restringida su entrada al nucleo urbano de la ciudad.