Tesla sigue sorprendiéndonos y, por qué no decirlo, liándola, transgrediendo, rompiendo con muchos dogmas asentados en la industria durante décadas, e incluso más de un siglo. A menudo me pregunto hasta qué punto el efectismo gana la partida al pragmatismo que, en apariencia, motiva las decisiones de Elon Musk y los suyos. Pero lo que no admite discusión es que Tesla está consiguiendo que nos replanteemos muchos aspectos de la automoción, incluso el sentido de utilizar volantes circulares. ¿Por qué no conducir con un joystick? ¿Y por qué no una suerte de volante rectangular, más parecido a los cuernos de mando de una aeronave?
Ver la galería completa en Diariomotor
Tesla pone fin a los volantes circulares
Con nocturnidad y alevosía Tesla nos desvelaba el nuevo Model S, del que ya rendíamos cuentas con el análisis de mi compañero David Clavero. De entre todas las novedades e imágenes del nuevo Tesla Model S sorprende, poderosamente, una disposición del puesto de conducción que, de nuevo, está dominado por una enorme pantalla central sobre el salpicadero y, hete aquí la gran novedad, un sistema de mandos que prescinde de un volante circular, un volante al uso.
Tesla nos cuenta que han optado por un puesto de mandos sin palancas, minimalista, para que nos «concentremos en la conducción». ¿Pero de verdad es ese el objetivo de Tesla prescindiendo de un volante circular?
Tesla asegura que su objetivo es ofrecer un puesto de conducción minimalista, para que su cliente se concentre en la conducción
Lo creas o no, hubo un tiempo en que los automóviles no tenían volante. Aquellos automóviles empleaban un sistema de control de dirección más parecido a un joystick. Los avances tecnológicos, el desarrollo de automóviles cada vez más rápidos y, por ende, la necesidad del conductor de manejar el vehículo con mayor precisión y mejores tiempos