Con más de 6,5 millones de unidades vendidas desde su lanzamiento, hace ya más de 60 años, la cuarta generación del Skoda Octavia viene con muchas posibilidades de propulsión. A las conocidas de gasolina y Diesel comercializadas a lo largo del año pasado se suman ahora las variantes híbridas enchufables, también disponibles en las carrocerías berlina y Combi. Esta última es la de mayor éxito, ya que dos tercios de los compradores europeos prefieren este tipo de carrocería, más práctica y funcional.
Con una longitud total de 4,69 metros, una anchura de 1,83 m y una distancia entre ejes de 2,68 metros, es uno de los modelos más versátiles del mercado, pues aparte de su capacidad interior y sus dos modalidades de carrocería, ofrece variantes de gasolina, Diesel, gas natural e híbrido enchufable, además de variantes de tracción delantera y total, y cajas de cambio manuales o automáticas DSG.
La fórmula empleada para esta nueva variante apoyada en la electricidad es la misma que hemos conocido en otros modelos del grupo, como los Audi A3 Sportback, Seat León y Tarraco, Skoda Superb iV o los Volkswagen Passat y Golf.
Skoda Octavia iV: primer híbrido de la gama
Disponible a partir de 31.600 euros – carrocería berlina en acabado Ambition-con campañas y plan de financiación-, el Octavia iV es el primer modelo que se ofrece con motor híbrido enchufable, y el segundo de la marca. Está equipado con un motor de gasolina 1.4 TSI al que se le acopla otro eléctrico de 85 kW, de forma que los dos propulsores proporcionan una potencia combinada de 150 kW (204 CV) y un par máximo de 350 Nm en el caso de la versión menos potente. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h. Las versiones RS, con 41 CV adicionales, prometen 180 kW (245 CV) y unas prestaciones aún más relevantes. Además, cuentan con transmisión automática DSG de 6 velocidades, “shift-by-wire”, gestionada electrónicamente. Cuenta con un módulo de control basculante para seleccionar el modo de funcionamiento y, junto a al freno de estacionamiento eléctrico, se libera mucho espacio en la consola central para depositar objetos.
Promete una autonomía eléctrica de hasta 60 km en ciclo WLTP, gracias a la batería de iones de litio de 37 Ah, que equivale a 13 kWh, y que puede recargarse mediante enchufe Schuko o con un cargador a una potencia máxima de 3,6 kW (2,35 horas para alcanzar el 80% de su capacidad total. También cuenta con depósito de gasolina de 40 litros de capacidad, 5 litros menos que las variantes convencionales. El Octavia iV RS Combi homologa un consumo de 1,2 l/100 km de media WLTP partiendo de batería cargada.
Skoda Octavia iV: equipamiento muy completo
Parte del acabado Ambition, que incluye llantas de aleación de 18 pulgadas, sistema de información con pantalla táctil de 10”, selección de modos de conducción y dos tipos de cables de carga: el de modo 3, tipo 2 de 16 Amperios y un Schuko-Mennekes para carga doméstica.
Por encima de éste se encuentra el acabado Style, que cuesta 1.500 euros más, y suma los faros Full LED Matrix y antiniebla, sistema de acceso y arranque sin llave y ayuda al estacionamiento Park Assistant.
En el tope de gama se encuentran los RS, más deportivos y dotados de mayor potencia (41 CV adicionales extraídos por su programación específica de software), que tienen un coste extra de 2.600 euros. Añaden llantas de 18 pulgadas específicas (en opción 19”), pinzas de freno en color rojo, asientos deportivos, barras longitudinales de techo en color negro en la variante familiar, amortiguación regulable DCC o sistema de asistencia de ángulo muerto. En opción se pueden solicitar elementos como el portón trasero motorizado, bola de remolque retráctil o techo panorámico de grandes dimensiones.
Las formas de la carrocería permiten un interior amplio a los pasajeros y gran capacidad de carga (490 l de volumen de maletero en Combi y 450 l en el sedán), con coeficientes aerodinámicos destacables: 0,26 en el Combi y 0,24 en la carrocería berlina.
En general, resulta fácil su manejo, excepto algunas de las funciones básicas, como el reglaje de la calefacción, o el volumen de sonido, que obligan a pasar por diferentes y engorrosos menús de la pantalla central, si el acompañante quiere modificar alguno de estos parámetros (el mando del volumen deslizante y el selector de velocidad de la climatización están muy poco visibles y no disponen de iluminación nocturna, aunque el primero puede manejarse directamente desde el volante multifunción).
Skoda Octavia iV: muy agradable
No hay diferencias mecánicas entre las dos variantes de potencia, si bien la de 245 CV, dispone de una programación específica de software, capaz de mejorar las prestaciones: 7,8 segundos en el 0 a 100 km/h y 7,3 s en el RS, con velocidades máximas de 220 y 225 km/h, respectivamente.
Ofrecen varios modos de conducción: Normal, Confort, Eco, Sport e Individual que permite modificar algunos parámetros. Es posible seleccionar la función E-Mode, eléctrica, que suministra una potencia máxima de 80 kW y permite circular hasta una velocidad máxima de 140 km/h, siempre que tenga suficiente capacidad de batería, o Hybrid-Auto, totalmente automático, si bien permite reservar una parte de energía para consumirla después.
Otra de las funciones específicas de las variantes híbridas enchufables es el empleo de un freno regenerativo con tres niveles de actuación: alta, automática o baja, para aprovechar mejor las condiciones del terreno y, en consecuencia, la capacidad de regeneración de energía.
En un entorno urbano se muestra capaz para circular con suavidad sin necesidad de poner en marcha la mecánica de gasolina, siempre y cuando se maneje con suavidad el pedal del acelerador. Lo mismo ocurre en un ambiente interurbano, si bien en este caso, con velocidades sostenidas en la media de los 90 km/h se aprecia con claridad la bajada de autonomía en el cuadro de instrumentos.
Es cierto que las condiciones de la prueba realizada no eran las idóneas para este tipo de vehículo, pues partimos de coche frío y con una temperatura ambiental por debajo de los cero grados, lo que nos obligó a utilizar la calefacción durante bastante tiempo, con el consiguiente consumo extraordinario de energía (28 kWh/100 km). No obstante, una vez alcanzada la temperatura de confort y con el coche lanzado en autovía a velocidades legales y sin grandes desniveles, el consumo medio se mantuvo en el entorno de los 15 kWh/100 km, una cifra muy razonable teniendo en cuenta las dimensiones y peso del modelo.
Ante una solicitud de potencia extra, el motor de gasolina se pone en funcionamiento sin necesidad de actuar sobre ningún dispositivo y proporciona una extraordinaria dosis de energía. Siempre hay respuesta firme y se percibe con claridad la entrega generosa de par (350 Nm en las variantes convencionales y 400 Nm de par en las RS), lo que permite unas recuperaciones extraordinarias y una capacidad para adelantar con seguridad, magnífica.
Las dos versiones muestran una capacidad dinámica destacable, si bien el acabado RS aporta un plus de deportividad, no solo por el incremento de potencia, también por una puesta a punto de bastidor específica, con unas suspensiones algo más firmes.
En cuanto a frenos, dirección y comportamiento dinámico en general, no se aprecian claras diferencias con el resto de modelos de la gama, mostrándose siempre muy preciso, ágil y fácil de conducir. Dado el nivel de potencia, superior a 110 kW, todas las versiones híbridas enchufables montan un tren trasero multibrazo que ofrece un guiado más preciso.