General Motors lleva varios años intentando reubicar a Cadillac. Su firma más exclusiva siempre ha sido su emblema en cuanto a lujo y tecnología se refiere. Sin embargo, las dos últimas décadas han sido muy duras pues no ha sido capaz de mantener el tipo ante las premium alemanas. En Europa su fracaso comercial fue muy grande, pero es que en su mercado local (EEUU) tampoco es capaz de plantarles cara de forma contundente.
Según los analistas, que Cadillac no logre triunfar se debe a varios factores. Son muchos y complejos pero todos coinciden en algo: le falta una gama deportiva que atraiga la curiosidad de los más «quemados». Eso hasta ahora, que han decidido resucitar del olvido una denominación que antiguamente les dio muchas alegrías. Nos referimos a la V-Series Blackwing, el equivalente a la división M de BMW o AMG de Mercedes-Benz.
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El Cadillac CT4-V Blackwing entrega 478 CV y 602 Nm de par
El primer modelo con el que quieren recuperar el terreno perdido es el Cadillac CT4-V Blackwing. Para que no nos despistemos con él y sepamos en qué parcela del mercado se encuadra, debemos decir que vendría a ser el rival de los Alfa Romeo Giulia QV o BMW M3. Sin embargo, la radicalidad es uno de los atributos que mejor define a esta berlina americana. Sobre todo por su motor, un bloque gasolina 3.6 V6 Twin-Turbo con 478 CV y 602 Nm de par.
Todo ese empuje se gestiona a través de una transmisión manual de seis velocidades. Opcionalmente hay disponible una automática de diez velocidades. En ambos casos, la potencia llega al suelo a través del tren posterior. Pero lo mejor de todo llega en forma de prestaciones y velocidad máxima. Según Cadillac, el CT4-V Blackwing acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 3,8 segundos