Para algunos, comprar un Ferrari, cualquiera, bien sea un modelo nuevo, bien sea un modelo pasado, con mejor o peor reputación, más potente o menos, más bonito o más feo… es un sueño. Para otros, adquirir un Ferrari forma parte de sus rutinas habituales y es posible que la llegada del primer Ferrari eléctrico fuese esperado para quienes disfrutan de sus cavallinos en entornos urbanos ahora enclaustrados frente a las mecánicas tradicionales.
Por eso, la comercialización de modelos híbridos de propulsión eléctrica como el flamante Ferrari SF90 Stradale y su variante descapotable Spider, capaz de ser homologados dentro de la clasificación medioambiental de la DGT distinguida con la etiqueta CERO, será lo más cercano a tener o usar un Ferrari eléctrico, al menos hasta finales de la próxima década. Sí, sí, finales de la próxima década.
Y no somos nosotros los que lo aseguramos, lo hace el CEO y presidente interino de Ferrari, John Elkann, quien, en sintonía con lo ya avisado por el anteriormente directivo que actúo en esas mismas funciones, Louis Camilleri, ahora el tataranieto de Giovanni Agnelli, fundador de FIAT, ha declarado ante los accionistas que el Ferrari eléctrico llegará, pero que no será, precisamente, pronto.
Un anuncio que llega tarde pero demasiado pronto
En la rueda de prensa posterior a la exposición del balance de cuenta de 2020, donde Ferrari, como casi todos los fabricantes e, incluso, a pesar de no ser lo habitual en épocas de crisis, los de coches de lujo, según se especula, la inquietud de los accionistas podría haber hecho que el mandamás de la firma anunciara de manera sibilina pero explícita los planes de la firma para con la hoja de ruta del plan que dé lugar tanto a la construcción de un vehículo ajeno al consumo de combustibles fósiles como a la orientación sobre el momento en que dará lugar la comercialización del Ferrari eléctrico del que tanto tiempo llevamos especulando.
En palabras del propio Elkann, desde la próxima década, esto es, la que se inicie en 10 años, todo el repositorio de Ferrari será híbrido, esto dará pie a que, antes de que acabe la citada década de los 30, del primer siglo del segundo milenio, lo cual se lee con vértigo ante la lejanía y se antoja aún más desesperante en su llegada, será «a final de esta década veremos un Ferrari totalmente eléctrico».