El SEAT Arona es uno de esos modelos recomendables que te deja muy buen sabor cuando lo pruebas. Ya lo hizo cuando lo pudimos conducir por primera vez cuando salió al mercado, y lo sigue haciendo ahora. Este SUV urbano que te vale para casi todo, sigue manteniéndose en muy buena forma para competir en un segmento cada vez más competido, en el que encontramos modelos como el Peugeot 2008, Renault Captur o el Nissan Juke, entre otros.
Un habitáculo muy bien aprovechado
El SEAT Arona mide 4.138 mm de longitud, lo que supone 79 mm más que el Ibiza, modelo del que deriva. Sin embargo, la altura es el elemento que mayores diferencias establece, ya que el Arona es 99 mm más alto (ver dimensiones). En consecuencia, el Arona no solo ofrece una mayor altura libre al suelo para poder aventurarse fuera del asfalto, sino que, además, mejora todavía más el espacio para la cabeza tanto en las plazas delanteras como en las traseras.
Gracias a su generosa distancia al suelo (19 cm), la entrada y salida del habitáculo se realiza con comodidad. Una vez dentro, uno tiene la sensación que se encuentra en un coche de mayor tamaño. Buen ejemplo de ello son los 143 mm de anchura en las plazas delanteras, y los 140 mm de las traseras. Además, la altura libre al suelo es de 106 cm delante y 99 cm detrás, tal y como hemos apuntado con anterioridad.
La banqueta de los asientos está 52 mm más elevada, lo que aporta una doble ventaja. Primero, una posición de conducción más alta para mejorar la sensación de control del tráfico y, segundo, facilita enormemente la accesibilidad para entrar y salir del coche. Del mismo modo, la suspensión eleva la carrocería 15 mm más que en el Ibiza y el parabrisas es