El fraude de las emisiones en ciertos motores TDI del Grupo Volkswagen ha tenido graves repercusiones en la industria del automóvil y ha acelerado el giro a la electrificación del Grupo Volkswagen. A colación, os recomendamos el artículo que escribió mi compañero Luis Ortego poniendo en relieve el «Unsafe at Any Speed» de Ralph Nader, un libro que hoy cobra más importancia que nunca. Las empresas fabricantes de automóviles sí son responsables de sus productos y deben hacer frente a los problemas que sus fallos de diseño o construcción causen al propietario del vehículo. Ahora bien, si el Dieselgate de Volkswagen te pareció grave, estos cinco escándalos de la industria te harán palidecer.
1) Barbacoa para cuatro: el Ford Pinto incendiario
El Ford Pinto fue un coche muy exitoso en los años 70. Pensad en un Ford Fiesta a la americana, un competidor para la nueva oleada de vehículos japoneses, que amenazaban con desestabilizar a las grandes de Detroit. Era un compacto espacioso, ligero y ágil, con un consumo de combustible inferior a la media. Además era muy asequible, costaba apenas 2.000 dólares de la época. El problema fue que su desarrollo fue muy acelerado: 25 meses, frente a la media de la industria de 43 meses. Además, el utillaje fue desarrollado al mismo tiempo.
El Ford Pinto fue lanzado en 1971, y en su primer año vendió más de 300.000 unidades.
La NHTSA americana descubrió un tiempo después que el Ford Pinto era propenso a incendiarse tras recibir un impacto trasero, una colisión por alcance. Al parecer, el depósito de combustible no estaba suficientemente protegido y era propenso a romperse ante un impacto desde atrás. El escándalo llegó cuando salió a la luz que Ford podría haber remediado esta propensión al incendio en los Ford Pinto reemplazando piezas por valor