Cuando el extinto Grupo PSA diseñó la plataforma EMP2 lo hicieron con miras a un futuro electrificado. No en vano, ha sido la llave que les ha permitido crear modelos como el impresionante Peugeot 508 PSE. Con todo, una de las principales pegas que le podíamos poner era su inadaptación para la total electrificación de su gama. Hasta ahora, que hemos sabido que esta base es la elegida para que Stellantis se adelante a todos sus rivales del sector.
Y diréis ¿Qué va a hacer ahora Stellantis? Sencillo, lanzar al mercado una serie de furgonetas eléctricas. Sí, pero no como las que conocemos ahora, sino que va a ofrecer una tecnología inédita. Sin hacer ruido, han creado un nuevo tren motriz alimentado por hidrógeno líquido FCEV que permite ampliar su gama de comerciales de cero emisiones. Atentos a la solución que han empleado, porque parece la más avanzada de todas las que conocemos.
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Stellantis ha creado este tren motriz de hidrógeno con la ayuda de Faurecia y Symbio
Para dar vida a sus furgonetas de hidrógeno, Stellantis ha empleado la misma base EMP2 que da vida al Citroën ë-Jumpy. La principal diferencia entre ambos vehículos está en los órganos mecánicos que componen el tren motriz. En esta iteración, la parte baja de la plataforma acogerá tres tanques para el hidrógeno de 700 bar. Además, hay espacio para una batería de ion litio que alimenta al motor en caso de no tener combustible.
Por tanto, estamos ante un vehículo híbrido que usa la energía de la batería con la de los tanques de hidrógeno líquido. Esto se debe a la posibilidad que existe de cargar la batería a través de un puerto de carga externo. De esta forma, a los 400 kilómetros de autonomía con hidrógeno, habría que sumar los 50 kilómetros extra que aporta