En los últimos meses estamos asistiendo a una situación cuanto menos preocupante ante la que nosotros, los compradores, permanecemos ajenos hasta que, por desgracia, afecta a un sector del que somos clientes. La escasez de semiconductores está provocando, por ejemplo, que fabricantes tengan que remplazar la instrumentación digital de sus coches por instrumentaciones analógicas, las de toda la vida. Según Reuters, Peugeot habría tenido que paralizar la configuración de instrumentaciones digitales en la fabricación del Peugeot 308, que este mismo año será sustituido por una nueva generación que, en principio, debería librarse de este problema.
La escasez de semiconductores ataca a la industria del automóvil
Para analizar lo que está sucediendo lo primero que hemos de hacer es resumir, muy brevemente, por qué existe escasez de semiconductores y por qué esta afecta a la industria del automóvil. Hablamos de un proceso complejo que se ha desarrollado desde que estalló la pandemia de la COVID-19. La pandemia ha generado una gran disrupción en las redes logísticas, hemos visto fábricas de automóviles paralizadas o con una producción bajo mínimos durante meses. Por contra, el consumo de algunos bienes electrónicos ha crecido significativamente. Es un hecho, pasamos más tiempo en casa, trabajamos desde casa, y necesitamos ordenadores, tablets, videoconsolas, y teléfonos móviles de última generación, con los que trabajar y disfrutar de nuestro tiempo de asueto.
Los coches modernos disponen de una alta carga tecnológica, chips, y semiconductores, que dan vida a todos los sistemas eléctricos de a bordo de los que, por suerte, disfrutamos hoy en día. Los fabricantes de chips tienen una demanda muy alta estos días, que difícilmente pueden satisfacer. Y el suministro a fabricantes de automóviles no necesariamente es el más rentable para ellos, cuando las tecnologías más punteras se emplean en productos de telefonía o videoconsolas. En los últimos años, los