El pasado 31 de marzo de 2021 comenzaron las primeras entregas del Volkswagen ID4., que es el primer SUV eléctrico de Volkswagen. La marca espera matricular unas 150.000 unidades en todo el mundo a lo largo del año. Nosotros ya hemos probado la versión de 204 CV para contarte si nos parece una compra recomendable o, si por el contrario, el mercado plantea compras más razonables. Adelante con ello.
Exterior: apuesta por el diseño
Si comienzo con el análisis de su exterior, no cabe duda que es un coche que entra por los ojos. Tiene un diseño muy bien proporcionado, tanto por carrocería como por el tamaño de las ruedas. Además, ya casi como tendencia extendida, además de jugar con las luces y sombras en diferentes zonas de la carrocería, ésta luce un aspecto bi-tono en función de la versión elegida. En cuanto a los grupos ópticos, estos disponen, de serie, de tecnología LED.
Gracias a la nueva plataforma modular de propulsión eléctrica (MEB) que, según Volkswagen, distribuye el espacio de una forma completamente nueva, encontramos un coche con unos voladizos muy cortos, una longitud de 4.584 mm y una batalla de 2.766 mm, casi tan grande como la del Tiguan Allspace, que es 12 cm más larga. De este modo, la batería de alto voltaje se encuentra como un bloque plano debajo del habitáculo; el módulo electrónico de potencia y control para propulsión eléctrica y la caja de cambios están colocados en el eje trasero ocupando poco espacio. Por su parte, el frontal integra el radiador y los grandes componentes del aire acondicionado.
El ID.4 se lanza al mercado con seis colores exteriores: Azul Dusk metalizado, blanco glaciar metalizado, amarillo miel metalizado, gris manganeso metalizado, gris piedra de Luna y plata Scale metalizado. Todos los acabados de pintura, salvo el Scale Silver, se