El Gobierno tiene previsto que todos los conductores paguen por utilizar las vías de alta capacidad. Aunque el plan se sigue concretando, parece que 2024 es la fecha elegida para que entren en vigor los nuevos peajes en todas las autovías y autopistas. Esta medida formaría parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que presentó Pedro Sánchez hace tan solo unas semanas. El borrador de las medidas se ha presentado en Bruselas para que la Unión Europea lo apruebe.
Este borrador también incluye la creación de un sistema de cobro por el uso de vías de alta capacidad que tendrían que asumir todos los conductores. El texto legal no especifica los detalles de cómo funcionará este sistema de peajes para vías públicas, pero el Ejecutivo ha afirmado que su deseo es «llegar a un consenso con todos los actores implicados» También ha añadido que estas medidas se podrían aplicar de forma «escalable y progresiva», es decir que se cobre inicialmente solo en la red de alta capacidad y que se extienda de progresiva a otras redes. De esta forma, abren la puerta a que cualquier carretera pueda ser de peaje.
Una medida que choca tras la aprobación de la gratuidad de las autopistas de peaje este mismo año
El Ejecutivo que preside Pedro Sánchez ha argumentado que la implantación de estas medidas tienen razones de peso como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el impacto de la carretera sobre el medio ambiente y la eficiencia del transporte, son algunos de ellas. Existe también un factor extra que posiblemente sea el más relevante; el déficit que acumulan las carreteras españolas. José Luis Ábalos, ministro de Transporte, ha avanzado que «en caso de llegar a cobrar por el uso de las vías de alta capacidad en España, el dinero recaudado se utilizaría para el mantenimiento y la mejora de las carreteras».
Actualmente, la red estatal de carreteras supera los 26.466 kilómetros de extensión, de los que unos 12.000 km son carreteras de alta capacidad, siendo la más extensa de Europa. El Ejecutivo ha señalado que los costes de conservación crecen y que no se pueden asumir con los recursos presupuestarios, lo que está generando «un déficit acumulado de mantenimiento de la red, con una pérdida de su valor, así como un deterioro de la calidad del servicio y consecuencias en la seguridad vial».
La Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras, ACEX, defienden que un peaje de entre 0,03 y 0,05 céntimos de euros por kilómetro de media sería suficiente para acabar con el déficit de 8.000 millones que acumula conservación de carreteras. EuropaPress, por su parte, ha elaborado el precio de la implantación del peaje en España y es que si se establece el precio de 0,04 céntimos por kilómetro, los conductores que necesiten desplazarse de Madrid a Burgos tendrían que pagar 9 euros, 12 euros si quieren ir a Zaragoza, 14 euros para llegar a Valencia, 15 euros para llegar a Córdoba, 16 euros a Badajoz y 22 euros a La Coruña.
Los transportistas, representados por la Confederación Española de Transporte de Mercancías, CETM, ha mostrado su rechazo a la subida de determinados impuestos recogida en en el plan presentado por el Gobierno. La CETM ha asegurado que «el Ejecutivo pretende aumentar la fiscalidad de carburantes como la gasolina y el diésel, además de incluir dentro del borrador final del plan, el pago por uso de las carreteras».