No tiene el apellido F40, sin embargo, el Ferrari Testarossa ha conseguido pasar a la historia como uno de los modelos más queridos de la marca del cavallino rampante. Su diseño se convirtió en su tiempo en todo un emblema de la década de los ochenta. Cuando nos acercamos al cuarenta aniversario de su nacimiento, la casa de diseño helvética Officine Fioravanti se ha propuesto revivir el mito.
Como buen restomod, la intención ha sido la de mantener las principales características del deportivo italiano, mejorando sus prestaciones y actualizando su equipamiento, siempre y cuando no se modifique la receta original lo suficiente como para pensar que estamos frente a otro modelo. Puristas, mejor mirad hacia otro lado, porque puede que el resultado os lleve a poner en duda vuestros propios ‘ideales’ automovilísticos.
Se han introducido mejoras aerodinámicas, cambios en el chasis y un tren motriz con el diseño ligeramente modificado, sin embargo, sí se mantiene el motor de 12 cilindros y 4.9 litros atmosférico que animaba al Ferrari original. Tampoco desde la casa suiza han encontrado ninguna razón por la que debería cambiarse la silueta exterior ideada por Pininfarina, ya que según palabras textuales del responsable de Officine Fioravanti: «no hay razón para enseñarle a un maestro una lección más».
Con las modificaciones, los datos apuntan a que el Ferrari Testarossa Restomod podría alcanzar los 322 km/h frente a los 290 del original
Sí que se han propuesto el introducir mejoras, entre las que nos encontramos con un nuevo sistema de escape fabricado en titanio, un nuevo sistema de frenos de competición firmado por Brembo, nuevos amortiguadores pilotados electrónicamente del suministrador Öhlins, barras estabilizadoras y llantas de aleación con gomas de circuito. Todo ello aderezado con una reducción de peso que el preparador ha cifrado en 120 kilogramos (se situaría por debajo de los