Si la Fórmula 1 ya de por sí es una categoría asociada al lujo y el glamour, el Gran Premio de Mónaco es el gran festival de la opulencia. Eran los primeros años del nuevo milenio y eso de la crisis económica ni siquiera sonaba en los barrios más obreros, así que menos aún en la Fórmula 1, la gran pasarela del glamour.
Esta historia se remonta a la temporada 2004, cuando el equipo Jaguar, como va a hacer McLaren en 2021, decidió apostar por una decoración rompedora y exclusiva para la carrera más especial de la temporada. Teñirían de rojo parte de su coche verde, y la joya de la corona, nunca mejor dicho, iba a ser un diamante de 300.000 euros que estaría ubicado en el morro del monoplaza.
El diamante del coche de Klien desapareció tras un accidente en la primera vuelta
La acción estaba envuelta en la campaña de promoción de la película Ocean’s Twelve, protagonizada por ilustres actores de Hollywood como Brad Pitt, George Clooney, Julia Roberts o Catherine Zeta-Jones, y que por entonces estaba llegando a las carteleras. Jaguar llegó a un acuerdo con los productores para promocionarla en el Gran Premio.
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Como la película va de un robo, la genial