Mike Hailwood, Kenny Roberts, Angel Nieto, Mike Doohan, Valentino Rossi, Marc Marquez, en el mundo del motociclismo, más allá incluso de su palmarés, hay pilotos que por su forma de pilotar, por su carácter, por su leyenda, destacan sobre el resto. Son pilotos que, de alguna manera, inauguraron una nueva época del motociclismo. Entre ellos (y otros), está el siete del motociclismo, precursor de la UVE del saludo motero universal, hablamos de Barry Sheene.
Aunque se habla de una leyenda más allá de la Segunda Guerra Mundial, que tenía que ver con dedos cortados por franceses a ingleses en la Guerra de los Cien Años. Se dice que Barry, vio la famosa V por primera vez a Wiston Churchill, que la usaba como saludo y ánimo a Gran Bretaña ante los bombardeos costantes alemanes. Saludo, símbolo de victoria, de fraternidad, de ánimo, compañerismo, Barry lo a menudo, sobretodo cuando ganaba. Recordamos que Barry Shenne fue campeón del mundo de 500 centímetros cúbicos en el 76 y 77, pero su legado, va más allá de esas victorias.
Se dice que Barry Shenne fue el primer piloto mediático, te acuerdas cuando Valentino Rossi, montaba esos espectáculos después de ganar, con sus monos fosforitos, pues Barry es eso y quizá un poco más, porque hablamos de una época en la que ni siquiera nadie decoraba el casco y él plantó al Pato Donald en el suyo, puso su nombre atrás y el número siete. De él se recuerdan también, las numerosos modelos que iban al paddock a verle, tuvo una vida amorosa ajetreada y como comenta una de sus parejas “Barry es el tipo de chico que tu madre odia de entrada pero que, al final, se vuelve loca por coserle los calzoncillos” Ahora los deportistas son auténticos profesionales, antes era otra cosa, incluso podías