Con la llegada del verano y tras el fin de las restricciones de movilidad por la pandemia, los viajes por carretera van a ir en aumento durante las próximas semanas. Unos desplazamientos en los que resulta imprescindible no solo revisar el coche, sino prestar a la conducción y evitar malas prácticas que ponen en riesgo nuestra seguridad y la de otros conductores.
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Dichos malos hábitos van más allá de los excesos de velocidad o del uso del teléfono al volante, dos de las causas más concurrentes en la siniestralidad vial. Nos referimos al ‘efecto submarino’, ‘efecto mirón’ y otros tantos de los que la DGT alerta. ¿En qué consisten y cómo evitarlos?
Qué es el efecto elefante y cómo evitarlo
Por la inercia y el «efecto elefante», la fuerza con la que un objeto suelto dentro del #vehículo golpearía a cualquier ocupante se multiplicaría hasta por 40 veces su peso a 50 km/h. Imagina si fuese un niño mal anclado o sin sujeción.👉 https://t.co/a8OrT3xK2N#ÁtateALaVida pic.twitter.com/4Ez9uVG6Xc— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) July 29, 2020
El efecto elefante tiene que ver con el uso del sistema de retención, en este caso en las plazas traseras, ya sea el cinturón de seguridad para un pasajero o para amarrar alguna carga u objeto que transportamos en la parte posterior.
El término acuñado proviene de una antigua campaña publicitaria francesa que rezaba