El Opel Grandland acaba de recibir un importante lavado de cara, coincidiendo con aproximadamente la mitad de su ciclo de vida comercial. Y en mi opinión era un lavado de cara realmente necesario: el Opel Grandland no solo pierde la «equis» de su nombre, si no que gana en personalidad y carácter, en mi opinión la principal carencia de un SUV que objetivamente ya era un coche competitivo. El Opel Grandland 2021 recibe el Opel Vizor en su frontal y una dotación tecnológica de nueva generación. Acompáñanos a conocerlo.
El principal cambio del Opel Grandland está en su frontal. En él se incorpora el «Opel Vizor», una característica calandra oscura en la que se integra las ópticas. Estas ópticas son de nueva factura y son de tipo LED matricial. Se llaman IntelliLux LED Pixel Light, y cada faro cuenta con 84 LED que se activan y desactivan de forma individual, siendo especialmente prácticas a la hora de conducir de noche – no deslumbran a otros coches, pero iluminan a la perfección nuestro camino. A más LED por faro, más precisión de iluminación.
El techo del coche puede pintarse en un color diferente a la carrocería.
Además, el paragolpes frontal ha sido rediseñado, y en la zaga, el nombre del coche está presente en grandes letras en el centro del portón. No es la configuración que más nos gusta, pero al menos, no han prescindido del logotipo de la marca. En resumen, los cambios estéticos juegan a favor del Grandland y le dan la personalidad que necesitaba desesperadamente – además de un claro aire de familia con los Opel Crossland y Opel Mokka. En el interior también tenemos un gran cambio, y es el salpicadero llamado «Pure Panel».
Este nombre esconde un módulo de dos pantallas orientado ligeramente al conductor. En las versiones