Jugada a tres bandas. Así se puede calificar el acuerdo anunciado por Porsche y Rimac par crear una empresa conjunta y dar entrada a Bugatti. De esta forma Volkswagen se «desprende» de Bugatti, una marca que no ofrece la rentabilidad exigida por el Grupo alemán, y que “lastra” no solo los costes, también las emisiones de la gama.
El acuerdo da lugar a la nueva Bugatti-Rimac, una empresa conjunta con sede en Zagreb (Croacia) de la que Rimac tendrá una participación del 55%, siendo el 45% restante de Porsche. Recordemos que Porsche, a su vez, mantiene una participación directa del 24% en el accionariado de Rimac, tras ir aumentando progresivamente la misma desde su entrada en la empresa croata en 2018.
Para constituir la nueva empresa Bugatti-Rimac, la marca francesa será incorporada a esta nueva empresa por Volkswagen, su actual propietario. A partir de aquí, las acciones se transferirán a Porsche.
En otras palabras, esto quiere decir que la operación se concreta de la forma que ya se había adelantado en algunos medios desde hace más de medio año: Volkswagen “vende” Bugatti a Rimac mediante un acuerdo que permite a Porsche aumentar su participación en el fabricante croata de supercoches eléctricos, aunque sea de forma indirecta. Así, Volkswagen mantiene parte del control sobre Bugatti, aunque sea a través de Porsche.
El inicio de la era eléctrica en Bugatti
El CEO de Porsche, Oliver Blume, se refiere a la creación de esta nueva empresa como una simbiosis perfecta entre la innovación de Rimac en movilidad eléctrica y la tradición y la experiencia de Bugatti como fabricante de superdeportivos de altas prestaciones. Todo ello sin olvidar que Bugatti aporta clientes fieles a la marca y una red de concesionarios a nivel mundial de la que se aprovechará la nueva empresa.
Lo que parece claro es que no tardaremos en ver la tecnología de propulsión eléctrica de Rimac en un Bugatti. Mientras tanto, siempre bajo el paraguas de esta nueva empresa, Bugatti seguirá produciendo el Bugatti Chiron en Molsheim, Francia, de donde saldrán también sus futuros modelos. Por su parte, Rimac seguirá con la fabricación del Rimac Nevera.
¿Y el papel de Porsche? Pues como hemos señalado antes, es un mero socio estratégico, que no es poco. Tanto Oliver Blume, CEO de Porsche, como Lutz Meschke, responsable de finanzas e informática de la marca alemana, formarán parte del Consejo de Supervisión de la nueva empresa Bugatti-Rimac, cuyo director general será el propio Mate Rimac, CEO del fabricante croata. Se espera que una vez constituida, la nueva empresa conjunta tenga 430 empleados, 300 de ellos en la sede de la misma en Zagreb, y otros 130 en la sede de Bugatti en Francia.