Existen multitud de estudios que exponen la teoría de que el 97 % del tiempo el vehículo privado permanece aparcado. Esto pone sobre la mesa -sobre todo en países como España- el debate de si realmente merece la pena tener un coche en propiedad, teniendo en cuenta que el coste medio de un coche a lo largo de su vida útil puede doblar (con creces) el precio inicial de compra.
Con el concepto de ‘comprar movilidad’ en auge, hace años que marcas como Lynk & Co, Volvo, Aiways, Audi o Porsche ya lo ofrecen. Pero es la marca chino-sueca Lynk & Co la que va un paso más allá y está en pleno experimento para conseguir que sus suscriptores compartan su coche para ahorrarse una parte de la cuota.
Dar con la proporción mágica entre coches y ‘abonados’, la clave del experimento
Lynk & Co -hermana de Volvo- basa su joven modelo de negocio en cuatro pilares: movilidad compartida, suscripción, conectividad y venta online.
En la parte de movilidad compartida encontramos el llamado ‘Peer-to-peer car-sharing’ (el uso compartido de vehículos de igual a igual), una modalidad que ha ido aumentando desde 200.000 vehículos en 2015 a más de 440.000 el año pasado.
En este escenario, el fabricante quiere compensar a los usuarios que más compartan su llave digital y maximicen el uso de sus coches con reducciones en la cuota, ya que la compartirán con otros conductores.
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Así funciona la