El Lotus Emira sabe a despedida. Este deportivo de motor central es un homenaje a la combustión interna y a los petrolheads que han llevado a la marca de Hethel al lugar donde se encuentra hoy en día. Será el último coche de Lotus sin electrificar y sin hibridar, antes de que los híbridos, los coches eléctricos e incluso los SUV lleguen a Lotus. Aun siendo un coche deportivo y orientado a un público pasional, ya supone un cambio de paradigma con respecto al pasado de la marca: es el coche más práctico y «utilizable» de la marca.
Estéticamente inspirado en el futuro eléctrico de la marca
El Lotus Emira se inspira en el Lotus Evija a nivel de diseño. Es un coche más grande que un Elise o un Exige: con una longitud de 4,41 metros, es también más grande que un Alpine A110 o un Porsche 718 Cayman. Con todo, su diseño es reconocible perfectamente como el de un Lotus. La forma de las ópticas delanteras nos cautiva, y sus superficies angulosas no solo son bonitas, están diseñadas con un gran rendimiento aerodinámico en mente. Las branquias laterales y su diseño trasero son aún más parecidos a los del hipercoche eléctrico.
De serie, sus llantas tendrán 20 pulgadas de diámetro.
Una nueva plataforma, un nuevo corazón
El Lotus Emira está construido sobre una evolución profunda de la plataforma del Lotus Evora. El Lotus Emira reemplaza al Lotus Elise, al Lotus Exige y al Lotus Evora. Es un coche más polivalente, quizá menos radical. A nivel de planteamiento, es un coche mucho más cercano a un Evora que a un Exige. Su plataforma es denominada «Elemental» a nivel interno, y en principio, prescindirá de la hibridación, en contra de los rumores que anticiparon su presentación. En cuanto a sus motorizaciones, estará disponible