El sector del automóvil hace balance económico del aciago 2020. Un año marcado por la pandemia, en el que cerró con una facturación de 59.987 millones de euros, lo que supone una bajada del 12,8 % respecto a los ingresos de 2019, según recoge el Informe Anual 2020 de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Pero más cayeron los beneficios netos: un 78,8%.
Estas cifras son el resultado de un año en el que se paró todo durante dos meses: producción, comercialización, exportaciones… lo que ha supuesto una caída histórica en las ventas y producción de coches.
Y este 2021 no está terminando de remontar. Tras seis meses las ventas de coches aún siguen muy a la baja, marcadas no solo por la crisis económica y la pandemia, si no también por la llegada del WLTP, que ha supuesto coches más caros al pasar de tramo en el impuesto de matriculación. Aunque se acaba de aplicar una reducción temporal de este gravamen hasta final de año.
En producción tampoco los números son buenos a consecuencia crisis mundial de microchips y que ha supuesto cierres temporales en las principales fábricas de nuestro país: Martorell, Vigo… Por no mencionar el adiós de Nissan a la planta de Barcelona el año pasado.
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