A veces las marcas son poco creativas a la hora de crear su imagen y acaban entrando en litigios para demostrar que ellos fueron los primeros en dar con un diseño o un nombre. Los últimos que han acabado así son dos pesos pesados de la industria automotriz: General Motors ha demandado a Ford por el nombre de su sistema de conducción autónoma.
Y es que la firma del óvalo no ha sido muy original a la hora de renombrarlo: Super Cruise frente a BlueCruise.
Una demanda «injustificada y frívola»
Según ha publicado Bloomberg, General Motors quiere proteger sus marcas Cruise y Super-Cruise ante la estrategia de Ford de cambiar el sistema de conducción semiautónoma de Co-Pilot360 a BlueCruise.
Ford se ha defendido alegando que la palabra ‘cruise’ alude al control de crucero y que es genérica para definir este tipo de ayudas a la conducción, considerando que las demanda de General Motors es sin «injustificada y frívola».
Por su parte, el fabricante capitaneado por Mary Barra ha alegado que «si Ford quisiera desarrollar una marca nueva y única, fácilmente podría haberlo hecho sin usar la palabra ‘Cruise».
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Lo cierto es que General Motors lleva comercializando su sistema de conducción semiautónomo desde 2017, estrenándose en el Cadillac CT6, y posee de forma mayoritaria