Una de las noticias del año fue la llegada al Tesla Model S y Tesla Model X de un peculiar volante, coincidiendo con un importante lavado de cara y actualización del habitáculo del coche. Este volante, llamado «yoke» en inglés, y similar al control de una avioneta o un avión comercial, ha suscitado mucha polémica. Y con razón: presenta importantes fallos de planteamiento y resulta directamente inútil en no pocas situaciones. Pero Elon Musk se ha cerrado en banda: si quieres un Tesla Model S Plaid, no te podrás librar de él.
Los Tesla Model S Plaid ya están a la venta en Estados Unidos y están causando un tremendo revuelo. No es para menos: sus 1.000 CV de potencia garantizan unas prestaciones nunca vistas en un coche de calle medianamente terrenal – digo medianamente porque su coste es de cerca de 140.000 dólares al otro lado del charco. Sin embargo, aunque impresiona a nivel dinámico y prestacional, el volante empaña la experiencia de muchos usuarios. Especialmente a la hora de callejear, maniobrar o cruzar los brazos. Circunstancias habituales a diario.
Tesla vuelve a liarla y pone fin a los volantes circulares, ¿por qué?
Tesla sigue sorprendiéndonos y, por qué no decirlo, liándola, transgrediendo, rompiendo con muchos …
Por el momento, es imposible pedir un Model S Plaid con un volante convencional.
No
— Elon Musk (@elonmusk) July 23, 2021
Al carecer de aro en su parte superior, las maniobras que exigen cruzar los brazos se convierten en maniobras antinaturales y poco intuitivas. A ellas se une la eliminación de las palancas situadas tras el volante, desplazando los intermitentes a mandos situados sobre el volante. A ello hay que unirle el farragoso sistema «inteligente» de selección automática del cambio. Sí, queridos lectores, el Tesla Model S Plaid es una pesadilla de usabilidad y