Renault está promoviendo una iniciativa que quiere fomentar el uso de la movilidad eléctrica. Para ello está consiguiendo entrar en regiones e invirtiendo en ellas para que sus habitantes puedan comenzar a cambiar su vehículo de combustión interna por otros que utilizan un tren de tracción eléctrica. Por ahora han trabajado en dos islas, Belle-Ile-en-Mer (Francia) y Porto Santo (Portugal), donde ya han establecido las bases para que esta inciativa vaya adelante, pero acaban de incorporar un nuevo espacio.
La isla brasileña Fernando de Noronha se ha incluido a la iniciativa y con ello son tres las islas que quieren eliminar este tipo de movilidad contaminante de sus calles. De esta manera, los habitantes de la ciudad podrán disfrutar de varias ventajas a la hora de adquirir vehículos eléctricos de la marca. Por el momento, los gobiernos locales ya cuentan con una flota de coches eléctricos para evitar emisiones contaminantes.
Proyecto Noronha Zero Carbon
La isla de Fernando de Noronha cuenta con una biodiversidad muy atractiva, con una abundante presencia de delfines, tiburones, rayas y tortugas, entre otras muchas especies. Así que prioritario mantener el ecosistema y evitar la contaminación de este lugar tan impresonante.
Con la incorporación de vehículos eléctricos en la institución insular, varios vecinos se han interesado en los modelos eléctricos de Renault, como el ZOE, el Twizy y el Kangoo Z.E. y se ha iniciado la conversión hacia esta movilidad sostenible. Para mejorar la oferta, se ha trabajado para que la electricidad que mueva a estos vehículos provenga de energía renovable.
Así que se han instalado puntos de carga que se alimentan de energía solar y que resultan muy prácticos para mantener las baterías siempre a punto. Cada punto de carga con energía solar tiene capacidad para seis vehículos y suministra 26 MWh al año, así que es suficiente para mantener toda la infraestructura necesaria.
Esta energía permitirá recorrer al menos 180 000 kilómetros y sustituye a unos 20 000 litros de combustible. Otra cosa a tener en cuenta es que el excedente se vuelca a la red eléctrica local. La mejora en infraestructuras de la isla incluyen un acuerdo con la Compañía de Energía de Pernambuco (Celpe). Gracias a este, se han instalado dos módulos de baterías solares, que reforzarán la capacidad de almacenamiento de la isla. Con estas baterias se puede compensar la utilización de electricidad en momentos de utilización pico.
La intención es que en el año 2030 no quedé ningún coche con motor de combustión en la isla. Algo que adelantará a la norma de la Unión Europea, que quiere dejar de comercializar este tipo de vehículos en 2035, pero no prevé la eliminación de los que hayan comercializado antes.