Los vehículos de combustión lo van a tener cada vez más complicado en las grandes urbes, porque todo apunta a que los radares de ruido han llegado para quedarse.
De momento, ocho ciudades francesas se preparan para poner a funcionar unos dispositivos que detectan cuándo un vehículo está superando los decibelios permitidos para sancionarlos, poniendo sobre la palestra la contaminación acústica. Y ojo porque en España ya se han puesto a prueba.
‘Medusas’ con una cámara y cuatro micros
Según explican medios locales, la capacidad de este radar bautizado como ‘medusa’ de detectar el exceso de ruido de coches, motos o vehículos comerciales se pondrá a prueba desde noviembre de 2021 hasta abril de 2022, un periodo durante el cual no se emitirán multas.
Así, se probará la efectividad de la tecnología de tres fabricantes. El radar, equipado con cuatro micros, permite de asignar un nivel ruido a una dirección en particular y establecer así su origen.
Además, esta llamada ‘medusa’ cuenta con una cámara de 360 º que permite fotografiar la matrícula de los vehículos que exceden el límite establecido.
Se ha probado hasta el pasado mes de junio en un circuito de Nantes (y también en Suiza) y tras haber dado buenos resultados, este nuevo dispositivo se irá instalando paulatinamente en las calles de comunidades y ciudades como París, Niza, Rueil-Malmaison, el valle de Chevreuse en Yvelines o Toulouse.
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